domingo, 26 de agosto de 2007

EL LLAMADO DEL DESTINO

El señor Henston era una persona delgada, ya entrada en años, no obstante, su semblante era el de una persona amigable. Vivía en Kiviro, junto con su sobrino, Jonh. Jonh era un joven como cualquiera de su edad, y aunque no le causaba muchos problemas a su tío, este siempre se preocupaba en demasía por el. Al menos eso era lo que Jonh pensaba.
- ¡Jonh!, será mejor que te apresures, Rowd no te esperara toda la mañana – al no obtener respuesta el señor Henston se disponía a subir a la habitación de Jonh cuando escucho que llamaban a la puerta.
- Buenos días señor Henston.
- Buenos días Rich, ¿como has estado?, vienes por Jonh, ¿no es así?
- Bien gracias y así es, el señor Rowd ya debe estar esperándonos.
- Iré a ver a Jonh, ¡Jonh!, Rich esta aquí, será mejor que bajes ya.
Cuando el señor Henston se disponía a subir Jonh entro a la casa.
- Buenos días tío, buenos días Rich.
- ¡Jonh! Pensé que aun no te habías despertado.
- Fui con el señor Rowd, le ayude a preparar las cosas para el viaje.
- Y nosotros que pensamos que seguías dormido.
- Cualquier otro día, hubiera sido ese el caso. Pero hoy tengo un extraño presentimiento acerca de este viaje. Como si después de éste, nuestra vida fuera a dar un giro total.
- No es para tanto Jonh. Solo iremos a Eneptali, ya hemos estado antes ahí, y solo vamos por la mercancía del señor Rowd.
- Lo se Rich, pero es como si algo dentro de mi estuviera cambiando, algo nuevo. Tengo la sensación de que algo despierta dentro de mi.
Al oír esto último el señor Henston reacciono súbitamente.
- ¡¿Despertando?! ¿Dijiste que algo esta “despertando” dentro de ti?
- ¡Calma tío!, ¿por qué tan agitado?
- L-Lo siento Jonh, no pasa nada. Será mejor que se apresuren o Rowd los dejara.
- Esta bien – dijo Jonh, pero su cara mostraba aun la inquietud por lo sucedido – vamos Rich, el señor Rowd nos espera en su librería.
- Nos vemos señor Henston, y cuídese.
Los chicos salieron de la casa. Henston los veía por la ventana, se preparo una taza de café, se sentó en la mesa y se quedo absorto mirando el líquido.
- Jonh,… - y volteando hacia la ventana dijo – será mejor que no se lo diga.

CAPITULO 1: EL DESPERTAR

Rowd esperaba que los chicos no tardasen mucho, Jonh ya le había ido a ayudar a preparar todo, pero había regresado a su casa hacia media hora.
- Ya tengo todo listo – pensó – Beth se hará cargo del negocio y con la ayuda de Jonh y Rich el viaje será mas seguro.
Rowd era dueño de una gran librería, la única en Kiviro. Su hija Beth solía ayudarle haciéndose cargo del negocio cuando este tenía que ir por mercancía a la ciudad portuaria de Eneptali, la mas cercana a Kiviro. Beth, Jonh y Rich se conocieron durante su infancia, los tres tenían la misma edad y sus padres se conocían de toda la vida.
- Señor Rowd, ya estamos aquí.
- Buenos días Rich, ¿listo para el viaje?
- Claro, cuente conmigo para lo que necesite.
- Menos charla y más acción, mejor sube tus cosas a la camioneta.
Aunque el viaje a Eneptali solo duraba unas cuantas horas, no serian capaces de volver el mismo día, ya que los caminos eran muy inseguros en la noche, así que Rowd planeaba regresar al otro día.
- ¡Papá!, ¡espera! – grito una bella jovencita.
- ¡Beth!, no esperaba que vinieras a despedirme.
- Y también traigo algo para usted – dijo volteando a ver a los chicos.
- Gracias Beth.
- Si, seguro que esta delicioso, ¿no lo crees Jonh?
- Seguro, y de nuevo gracias Beth.
- No hay de que.
- Chicos será mejor que nos marchemos.
Jonh y Rich asintieron, subieron al vehiculo y se despidieron de Beth.
- Cuídate hija, y cuida bien la tienda.
- Nos vemos Beth, nosotros cuidaremos a tu padre, no te preocupes.
- Si papá, y tratare de no hacerlo Rich. Cuídense todos, papá, Rich, y tú también Jonh.
Beth esperaba una amigable respuesta de Jonh como era de costumbre, pero este no dijo nada.
Solo Beth lo noto pero la mirada de Jonh parecía distante, como si no estuviese ahí.

Jonh subió a la camioneta, volteo para despedirse de Beth, pero lo que vio lo dejo pasmado. La ciudad había sido destruida por completo, solo quedaba en pie parte de lo que fuese uno de los edificios mas majestuosos e imponentes de Kiviro. La destrucción seguía por donde fuese que mirara, ni una sola señal de vida. Jonh estaba parado justo en el epicentro de tal escena. Avanzo un poco y pudo distinguir a lo lejos una figura humana que yacía en el suelo. Corrió hacia ella, al llegar, quedo horrorizado, al descubrir que era el cuerpo inerte de Beth, la hija del señor Rowd, su amiga desde la infancia.
Tomo fuerzas para poder tomarla entre sus brazos. Un torrente de emociones invadió su mente y entonces.
- ¡Jonh!, ¡Jonh!, ¿te sucede algo?
La amigable voz de Rich hizo que Jonh volviera en si. Jonh se vio entonces en la parte trasera de la camioneta del señor Rowd, estaban saliendo de Kiviro. Jonh reacciono súbitamente para observar la ciudad. La ciudad estaba intacta, no había pasado mas de media hora desde que había subido al vehiculo, pero Jonh estaba seguro de que lo que vio y sintió fue real.
- ¿Qué te pasa Jonh?, primero te levantas muy temprano y ahora esto.
- Lo siento Rich, no lo se, es solo que… - la mirada de Jonh parecía volver a perderse.
- Bueno es suficiente, mejor cambiemos el tema.
Las palabras de Rich hicieron que Jonh no cayera en trance. Afortunadamente para Jonh no sucedió nada extraño durante el resto del camino, así que Rich no volvió a tocar el tema.

Llegaron a Eneptali ya entrada la tarde, el señor Rowd les pidió que se instalaran en el hotel mientras el atendía sus negocio.

Eneptali era una ciudad muy importante para la zona, si bien las mercancías podían llegar directamente a sus destinos por medio de los aviones, la facilidad de transportar grandes volúmenes y los accesibles costos del transporte marítimo hicieron que Eneptali prosperara.

Jonh sostenía el cuerpo inerte de Beth, el torrente de emociones fluía cada vez más violentamente por el cuerpo de Jonh. No podía soportarlo más. En ese momento una voz que nunca había escuchado retumbo en su cabeza.
- ¡Ya has visto mi poder chiquilla insolente!, nada, absolutamente nada puede compararse con el poder de un dios.
Jonh, lleno de rabia levanto la vista. La silueta de aquel hombre se dibujaba tenuemente en el polvo de las ruinas de la ciudad. Jonh no podía contenerse, se abalanzo contra aquel hombre. Este simplemente río mientras levantaba su mano derecha. En ese momento Jonh vio una brillante luz verde que emanaba de la mano de aquel sujeto. De la nada, un fuerte viento arrojo a Jonh hacia donde se encontraba el cadáver de Beth.

Jonh despertó bruscamente, su respiración sonaba forzada y estaba bañado en sudor.
- ¡No puede ser!, ¿por qué me pasa esto a mi?, ¿qué quieren decirme estas visiones?
Trato de meditar un poco, pero todo fue inútil, no podía quitar de su mente aquellas terribles imágenes.

La suave brisa marina y el rítmico sonido del oleaje pudieron hacer que Jonh se relajase un poco. No había querido decírselo a nadie pero fue también una visión lo que lo despertó el día anterior. En esta vio una gran tormenta, de pronto, un enorme tornado se formo. El tornado se dirigía hacia el, y entonces, despertó.

Aun no amanecía, pero Jonh ya tenía bastante tiempo en la playa. Escucho unas pisadas, era Rich, el cual se acercaba un poco tambaleante.
- Buenos días Jonh, ¿Dormiste bien?
Buenos días Rich – Jonh quedo en silencio un segundo, decidió no preocupar a su amigo y continuo – Si, gracias, solo sentí un poco de calor.
En ese momento el sol comenzaba a salir y el espectáculo deleito a los amigos, los cuales lo observaron y quedaron inmersos en el.
- ¡Ah!, hacia demasiado tiempo que no observaba algo tan bello – dijo Rich.
- Tienes razón, es hermoso.
Ambos se volvieron a si mismos y sonriendo volvieron a mirar el horizonte. Un destello en el agua llamo la atención de los chicos, este se dirigía poco a poco hacia la costa. Resulto ser una gran caja de madera con bellos adornos metálicos por todos lados. Después de sacarla del agua trataron de abrirla, pero no lo consiguieron.
- ¡Es extraño!, no parecía que fuese muy difícil abril, pero ni entre los dos hemos podido hacerlo.
- Cierto, será mejor que la llevemos al hotel, ahí podremos revisarla con calma. ¿No crees Jonh?
Jonh asintió y llevaron su tesoro al cuarto del hotel. La caja era muy pesada lo cual les dificulto el transado. Esto les hacia pensar acerca de su contenido.
- Buenos días chicos, ¿dónde estaban?
- Buenos días señor Rowd, estábamos en la playa.
- Ya veo, y, ¿qué es lo que traen?
- Encontramos esta caja en la playa, estaba a la deriva y decidimos traerla para investigar.
- Muy bien chicos, será mejor que la suban a la camioneta, pronto saldremos hacia Kiviro.
Así lo hicieron, los jóvenes estaban ansiosos de llegar a su destino para indagar en los misterios de su tesoro.

No estaban a mas de dos horas de Kiviro cuando el cielo comenzó a nublarse.
- Que raro, no había señales de tormenta hace unos momentos, por suerte estamos cerca de casa. ¡Chicos!, será mejor que entren a la cabina, podría empezar a llover en cualquier momento.
Ambos accedieron, se aseguraron de que toda la carga estuviese bien sujeto y abordaron el vehiculo.

Pasando la colina podrían ver Kiviro. La tormenta parecía empeorar Jonh recordó lo que había visto antes en su sueño, el tornado arrasaría Kiviro.
- ¿Señor Rowd, puede acelerar un poco mas?
- ¿Qué sucede Jonh?
- Algo terrible sucederá en Kiviro,…
- ¿Pero?, ¿a que te refieres Jonh?
Jonh no respondió, pero su semblante era suficiente para saber que hablaba en serio.
- Esta bien. ¡Sujétense!

Lo que Jonh temía pronto se hizo realidad. Un gran tornado se formó, este se dirigió hacia Kiviro. La vista era tan impresionante que pareciese que la ciudad fuese a ser borrada de la faz de la tierra.
- Señor Rowd, ¿trae su teléfono móvil?
- ¡Por supuesto Rich!, ¿como no lo pensé antes?
- No dará resultado. La tormenta genera demasiada interferencia.
- ¡Vamos amigo!, hay que intentarlo.
Rowd trato de hacer la llamada, pero al como Jonh lo predijo la interferencia no lo permitió.
- Maldición. ¡Beth!
- Tranquilo señor Rowd, aun existe una esperanza. El gran edificio resistirá, si los ciudadanos se refugian ahí estarán a salvo.
Jonh se contuvo, sabia que el edificio soportaría, lo había visto en su visión, pero no tuvo el valor de decir la otra parte. En realidad deseaba poder hacer algo para evitarlo, pero, ¿llegarían a tiempo para ello?

No tenía mucho que el tornado había pasado cuando finalmente llegaron a Kiviro. La escena era tal como la recordaba Jonh. Solo el gran edificio de la universidad emergía de entre tanta destrucción.
- Será mejor buscar sobrevivientes, ¡vamos!
- Espere señor Rowd, ustedes dos vayan al edificio de la universidad. Yo tengo que revisar algo.
- De acuerdo Jonh. ¡Vamos Rich!
-Si señor. Cuídate Jonh.
El grupo se separo, Jonh sabia a donde tenia que ir. Tenía que evitar la muerte de Beth.

Jonh llego a su destino, para el fue como si la realidad se fusionara con esa pesadilla. Tanta era la similitud que Jonh temió lo peor, así que acelero el paso. Corrió hacia el lugar donde sabia que se encontraría el cuerpo de Beth.

Beth salio disparada hacia Jonh. Una fuerte corriente de viendo la empujó. Jonh logro recibirla, la fuerza y la velocidad los arrojaron hasta el lugar donde Beth se encontraba en su visión. ¡¿Cuántos metros habría volado Beth hasta caer en ese lugar?! Beth aun estaba con vida cuando choco con Jonh, el sabría que ya estaría muerta si el no la hubiese amortiguado.
-¡Beth!, ¿estas bien?, ¡te lo ruego Beth responde!, ¡Beth!, por favor no me dejes.
Los ojos de Jonh se llenaron de lágrimas, pero sabía que eso aun no había acabado.
- Jonh, me alegra verte – la voz de Beth sonaba muy débil
- ¡Beth!, no digas mas será mejor que guardes tus energías, descuida todo estará bien, yo cuidare de ti.
- Jonh… - a Beth le costaba mucho trabajo el pronunciar las palabras, lo cuál era el anuncio de su pronto deceso – Jonh. Nunca pudiste mentirme. Se que ya es muy tarde para mi.
- ¡No digas eso Beth!, todo estará bien.
- Jonh…
En ese momento la voz de Beth se apago completamente. Jonh lanzo un grito de dolor mientras sostenía el ahora inerte cuerpo de Beth.

Una risa burlona retumbo en la cabeza de Jonh. El reconoció aquella risa. El asesino de Beth.
- ¡Ya has visto mi poder chiquilla insolente!, nada, absolutamente nada puede compararse con el poder de un dios.
Nuevamente, tal como en su visión, la ira provocada por la herida en su corazón, se apoderaba del cuerpo y la mente de Jonh.
- ¿Pero que te tenemos aquí?, ¡otro sobreviente a la catástrofe!, bueno, yo me encargare de que no sea así.
Si bien solo se distinguía la silueta de aquel hombre, su voz martillaba la mente de Jonh.
- ¡Maldito! – Jonh no podía contenerse – tu..., ¿como te atreves? – Jonh estaba furioso, cualquier cosa podía hacerle perder el control.
- No te preocupes, muy pronto te reunirás con tu amiguita - aquel hombre levanto lentamente su mano derecha y comenzó a reír – tonto, ¡muere!
Como en aquella visión, Jonh se abalanzo contra el sujeto, una luz verde comenzó a emanar de la mano de aquel hombre, un fuerte viento soplo repentinamente. Jonh pensó que seria el fin.
- ¡Jonh!
Un grito lleno de dolor se escucho. Jonh abrió los ojos, frente a el estaba Rich, protegiéndolo, sin embargo aquel ataque fue demasiado para Rich, se desplomo en ese mismo instante.

La mirada de Jonh cambio. Se puso de pie y en una postura desafiante miro al sujeto.
- Así que finalmente decides enfrentarme, mala suerte la tuya, tu nunca podrás derrotarme ahora morirás de una forma mas dolorosa que tus amigos. Te mandare al otro mundo con mi mas grande expresión de poder.
Se preparo nuevamente, esta vez tardo un poco mas en lanzar su ataque, pero la energía que desato fue incomparablemente mayor.

Jonh estaba inmutable, levanto su mano derecha, como si fuese a contener aquella energía. Al llegar a donde el se encontraba toda esa increíble fuerza se concentró en la palma de su mano.
- ¡Imposible!, pero si esa es la máxima expresión de mi poder, ¿acaso tu?
El pecho de Jonh comenzó a brillar. El color que emanaba no era constante, variaba del negro al rojo, del blanco al violeta. Se podía sentir un inmenso poder proveniente de Jonh. Finalmente, su mano derecha comenzó a brillar al tiempo que su pecho dejaba de hacerlo. El brillo de su mano se asemejaba mucho a aquel brillo emitido por la mano de ese hombre, pero era distinto en cierta forma.
- ¡Tú! – Dijo el hombre desconcertado - ¡no puede ser!, ¡una runa, una runa verdadera!

Toda aquélla ira que Jonh se acumulo en su corazón se desató en un solo y devastador ataque.

Rowd aceleró el paso, le faltaba poco para llegar. Rich había decidido ir a buscar a Jonh, así que a el le correspondía el buscar a los sobrevivientes.
- ¿Hay alguien ahí? – comenzó a gritar cuando llego al lugar. La respuesta tardo en llegar.
- Aquí adentro, todos estamos aquí.
La respuesta avivo las esperanzas de Rowd. Aparentemente todos los pobladores habían logrado refugiarse.
- ¡Gracias a dios que todos están bien!
- Cierto, y gracias a tu hija.
- ¡¿A Beth?!
- Si, ella fue la de la idea de refugiarnos aquí. Debe de estar dentro, pero no la he visto desde que llegamos.
- ¡Gracias!, iré a buscarla. – Rowd busco a Beth por todos lados, pero no la encontró.
- ¿Buscas a Beth, no es así?
- ¡Henston!, así es, y perdona por no traer a los chicos conmigo, pero Jonh dijo que tenia que ver algo y fueron hacia el centro, o bueno, lo que queda de el.
- Curioso, es el mismo lugar a donde fue Beth cuando acabo todo esto.
- ¡Que! – Rowd recordó la expresión de Jonh cuando dijo “tengo que revisar algo”, era la misma que cuando le dijo que acelerara. Algo pasaría o había pasando en el centro, y los tres chicos estaban ahí.
Un ruido ensordecedor irrumpió la aparente calma del lugar. Una gran columna de fuego y humo se levanto sobre lo que fuese el centro de Kiviro. Ambos hombres observaron perplejos
- ¡Jonh!, ¡¿acaso tu…?! - pero la pregunta de Henston murió en el silencio.

La mano derecha de ese joven brillaba de una forma desconcertante. Lo ultimo que Johann recordaba era que había llegado al continente oeste en busca de un erudito llamado Owen, el era la única persona que podía ayudarlo.
Su mano derecha también brillaba intensamente, y aunque no recordaba nada, podía sentir un intenso dolor por todo su cuerpo. Todo indicaba solo una cosa, había vuelto a perder el control sobre si mismo. ¿Acaso el poder y la voluntad de la runa eran tan fuertes? Pero no tenia tiempo para pensar en ello, su vida corría peligro, podía sentir el inmenso poder de la runa de su adversario, solo por ello podía saber que también era una runa verdadera.
Tenía que pensar en algo de inmediato. La runa de su adversario brillaba cada vez mas. Una luz cegadora envolvió la ciudad, Sbastian sentía como su runa reaccionaba a la de enemigo. El solo sabía una cosa, eso no podía significar algo bueno.

Cuando Jonh volvió en si no había nadie a su alrededor, solo los cuerpos inertes de sus amigos. Lo último que recordaba era la muerte de Rich. Observo su mano derecha, tenía un estigma que brillaba tenuemente. El sentía una gran energía proveniente de esa marca, pero no podía comprender su origen.
Un gran dolor recorrió el cuerpo de Jonh. Sentía un gran vació en su corazón y el estigma le quemaba como el fuego. Creyó desvanecerse de nuevo, pero cuando llego al límite, el dolor desapareció. La marca en su mano comenzó a tomar forma. Si bien el símbolo que se formo le era totalmente desconocido, su aspecto revelaba su naturaleza paranormal.

Jonh tenia a sus pies el cuerpo de Beth y a unos cuantos pasos el de Rich. Tomo en sus brazos a Beth. Los ojos de Jonh se llenaron de lágrimas. La abrazo y en ese momento pudo sentir y escuchar la respiración de Beth. ¡¿Pero como era eso posible?! El mismo había corroborado la muerte de su amiga. Volteó a ver a Rich. Este, parecía estar despertando de un profundo sueño. Jonh no cabía de alegría y asombro.
- Jonh, ¿por qué lloras? – pregunto Beth cuando despertó.
- Estoy tan feliz Beth, realmente lo estoy.
Después de unos momentos de silencio Jonh los reunió y dándoles un fuerte abrazo les dijo aun llorando.
- ¡No quiero volverlos a perder nunca!
Esas palabras despertaron los recuerdos de ambos y lo que creyeron que fue un mal sueño se transformo en vividos recuerdos. Pero lo más impactante fue saber que ellos habían muerto. Los tres se abrazaron fuertemente durante mucho tiempo.

- ¡Jonh!
- ¡Beth!
- ¡Rich!
Henston y Rowd habían ido a buscar a los chicos, preocupados de que algo malo les hubiese ocurrido. Cuando los encontraron los tres estaban abrazados, como si se protegiesen de algo.
- Me alegro de que estén bien chicos, nos tenían un poco preocupados, ¿todo esta bien?
- Si padre, todo esta bien – pero los ojos de Beth demostraban lo contrario. Parecía que tenía una mirada ausente. Rowd supo que no tenía que indagar mas.

Unas palabras llegaron a su mente, no sabia el porque o cual era su significado, pero esas palabras eran su único recurso en aquel momento. Al pronunciarlas sintió como si su cuerpo fuera desprendido de aquel lugar. Johann vio a su alrededor, ya no se encontraba en ese campo de batalla, su asombro era demasiado, sabia que había logrado escapar justo a tiempo. Ahora la pregunta era, ¿dónde estaba? De algún modo ese lugar le resultaba familiar. Ante sus ojos, una hermosa mujer apareció, ella vestía una túnica aparentemente blanca, pero emitía un brillante resplandor azul. Johann quedo pasmado, y la runa en su mano derecha reaccionaba ante la presencia de su acompañante.

Henston y Rowd se alejaron un poco de los chicos, entendían que ellos necesitaban estar solos, así que Rowd decidió ir por su vehiculo y pasar a recogerlos.
- ¿Crees que todo este bien mi viejo amigo? – preguntaba Rowd, aun preocupado por la mirada de Beth.
- No lo se, pero se que tu también lo sentiste, en el momento de la explosión, esa presencia, solo puede ser…
- Si, lo se, y eso es lo que me preocupa.

Ya un poco más relajados, los amigos se soltaron, aun incrédulos de sus recuerdos. Jonh pensó que solo podría haber una explicación, así que observo su mano derecha, los recuerdos que tenía eran vagos, pero sabia que estaba relacionado, y en efecto, un estigma sin una forma aparente se proyectaba por ambas caras de su mano. Se la mostró a sus amigos, pero ninguno le encontró significado.

Henston y Rowd encontraron a los chicos cuando examinaban la mano de Jonh y no pudieron evitar observarla. Quedaron pasmados con lo que vieron.
- Será mejor que se lo contemos ahora.
- No, conozco a Jonh, mejor esperemos que se relaje un poco.

Después de instalarse en el refugio Henston sito a todos en su habitación.
- Por favor, tomen asiento nosotros cinco tenemos mucho de que hablar.
Tras una breve pausa y de meditar lo que iba a decir, Henston invito a Jonh a pasar al frente.
- Bueno, realmente no se por donde empezar, así que iré directo al grano. Jonh, por favor muéstranos tu mano derecha. – y así Jonh lo hizo.
- Díganme, ¿alguno de ustedes sabe lo que es esto? – nadie respondió.
- Bien – dijo Rowd – esto se llama runa. Se dice que las runas tienen el poder de la naturaleza, el de este y otros mundos.
- Pero, - prosiguió Henston – actualmente su uso esta prohibido, y pocas personas saben lo que son o siquiera saben de su existencia. Nosotros lo sabemos por que algunas vez formamos parte de un equipo especial que se dedicaba a rastrearlas, destruirlas y destruir a aquellos que las poseían. Pero, comprendimos que lo que hacíamos estaba mal y por eso decidimos retirarnos del negocio.
- Tal vez les parezca que hablamos de algo imposible, ilógico e irreal. Pero hablamos de algo muy serio.
- Realmente en este punto, pocas cosas nos parecen irreales, y nosotros también tenemos algo que contarles – dijo Jonh.
- Tampoco sabemos como decírselos – prosiguió Beth.
- Pero es algo que debemos contarles y… - continúo Rich.
- Creemos que esta relacionado con esto – dijeron los tres mientras Jonh mantenía en el aire su mano derecha.
Les contaron lo sucedido y su encuentro con aquel individuo. Y tal como lo sospechaban, Rowd y Henston quedaron estupefactos con la historia. Finalmente concluyeron que en efecto gran parte de lo sucedido fue provocado por la runa que Jonh portaba, aunque no sabían exactamente como.
- Realmente me sorprenden chicos, - dijo Rowd - pero dime Jonh, ¿de donde sacaste esa runa?, nunca la había visto antes.
- No lo se, simplemente apareció en mi mano. Y me di cuenta que estaba ahí después de lo sucedido.
- algo realmente intrigante, nunca había escuchado de que una runa pudiera hacer algo por el estilo.
- Yo si, he escuchado de runas que escogen a sus portadores, no pensaba que fuesen realidad, pero esto surgiere ser el caso.
- ¿A que te refieres Henston?
- La runa en la mano de Jonh. La detecte desde el primer día en que lo vi. Cuando tenía solo unas horas de nacido. Sentí una gran fuerza túnica que emanaba de el. Se podría decir que era uno con la runa, pero, por mas que busque no pude hallarla. Poco a poco el poder rúnico se hacia menos evidente. Supuse que la runa estaba en un estado de reposo dentro del cuerpo de Jonh. – El silencio reino la habitación por un momento – perdona por no haberte dicho nada hasta ahora Jonh. – Dijo Henston que no se atrevía a ver a Jonh a los ojos – lo único que quería es que vivieras una vida normal. En este mundo donde el uso del poder rúnico es castigado con algo peor que la muerte – dijo Henston con los ojos llenos de lágrimas.
- Eso no importa ahora tío – dijo Jonh y abrazo a Henston. Ambos expresaron de esta forma su gran dolor.

Unas horas mas tarde cuando comenzaba a caer la noche y ya todos habían puesto sus mentes en claro se volvieron a reunir en la habitación.
- Creo que ahora podemos proseguir con nuestra explicación – dijo Rowd que se mostraba un poco apresurado. – supongo que se han de preguntar acerca de lo que dijo Henston hace unas horas sobre “sentir el poder rúnico”. Esta parte me corresponde explicarla a mi. – tomo unos segundos para ponerse cómodo y prosiguió – algunas personas tenemos la capacidad de sentir la fuerza que emana de las runas. Principalmente por eso se nos recluta en las fuerzas de control. Esta capacidad es nata y nos es muy difícil de describirla, simplemente lo sentimos y en ocasiones incluso podemos saber con cierta exactitud su magnitud. Lo que me lleva al siguiente punto que es lo que me inquieta. – Rowd volvió a hacer una pequeña pausa. – Jonh. La runa en tu mano derecha, tiene un poder inimaginable, nunca había sentido algo así antes, y precisamente eso es lo que me preocupa, puesto que seguramente llamara la atención de las fuerzas de control, y de eso estoy seguro por otra razón. Solo he sentido otro poder similar al de tu runa. La runa de tu adversario, si, la runa que devasto Kiviro.
El silencio invadió de nuevo la habitación. Las mentes de todos se llenaron de aquellos horribles recuerdos.
- Por ello debemos actuar rápido – continuo Henston – necesitamos idear un plan antes de que arriben las fuerzas y así poder proteger a Jonh. Aun conservamos algunos contactos dentro de la organización, si algo llamara la atención aquí nos lo harían saber de inmediato y así poder estar prevenidos. – Cambiando de una expresión seria a una mas placida Henston siguió – pero bueno ya tendremos tiempo para eso mañana. Ahora será mejor que todos descansemos. He preparado una habitación para ustedes.
Henston y Rowd habían decidido dejar juntos a los chicos en estos momentos que mas se necesitaban. Tenían confianza en que nada malo sucedería si todos se mantenían juntos.
-Permíteme amigo, solo una cosa mas – interrumpió Rowd – Jonh, Rich, podrían traer la caja que encontraron en Eneptali.
Aunque la petición les pareció rara para la ocasión los chicos accedieron y llevaron ante todos su tesoro.
- Ya veo por que pediste que trajeran eso – dijo Henston en cuanto los chicos arribaron.
- Si, sabía que tú también lo sentirías. – Contesto Rowd – chicos su tesoro contiene al menos un cristal rúnico. Lo podemos sentir aunque este cerrada la caja. – Los chicos no sabían a que se refería Rowd – vamos que esperan ábranla.
Cuando abrieron la caja Rowd se abrió camino para buscar lo que sentía y pronto lo encontró.
- Vean – dijo Rowd sosteniendo una especie de cristal de forma esférica- esto es lo que se conoce como cristal rúnico. Esta es la forma de latencia de las runas. Si observan bien verán un carácter grabado en su interior. Esa es la runa y cuando el sello del cristal se rompe esa marca aparece en el dorso de la mano o sobre cualquier otra parte del cuerpo. Chicos apartar de ahora las runas pueden ser sus más grandes enemigos o su recurso mas necesario. Pero hasta que no sepamos que sucederá será mejor que nos quedemos aquí y aprendan todo lo que podemos enseñarles acerca de ellas.


- Tú no me conoces – dijo esa mujer – pero puedo ver que la runa que portas aun me recuerda.
Johann pudo acercarse un poco más a su acompañante. Su runa aparentemente se tranquilizo, pero una extraña sensación invadía su cuerpo.
- Yo soy a la que alguna vez llamaron la guardiana del balance. Pero falle en esta misión hace mucho tiempo, y la condición de tu runa solo es uno de los estragos que trajo mi error. Pero lamentablemente yo no puedo ayudarte en tu misión. Solo tú, como su portador eres capaz de calmar su ira hacia la humanidad. Lamento no poder ser de mas ayuda para ti, pero por el momento debo de partir. Nos volveremos a ver, te lo aseguro.
- ¡Espera! – grito Johann, pero cuando se dio cuenta ya se encontraba solo.

CAPITULO 2: NIRVA

PROXIMAMENTE